Artículo de opinión de Carlos José Márquez
Como decía mi santa y difunta madre, se me cae el alma a los pies .
Eso decía ella cuando veía una situación desesperante y frustrante que la hacia echarse las manos a la cabeza , en una mezcla de desesperación y hartazgo llegando a incurrir en el cansancio mental.
Eso mismo me pasa a mi cuando veo a Cartagena y mis paisanos los cartageneros.
Una Cartagena arruinada , mal gestionada por los de allí y los de aquí , y unos cartageneros que callados e indolentes asisten con pasmoso pasotismo a un banquete en el que se les roban sus derechos y garantías sanitarias, manteniendo cerrado un hospital que debería estar abierto al 100% mediante la ley 3/ 2016 que fu aprobada en el congreso de los diputados por voluntad popular, y que estos golfos del gobierno regional se saltan a la torera.
Nos están meando nuestros políticos y todavía creemos que llueve.
Fíjense si será así, que ni siquiera poniendo en manos de los ciudadanos un instrumento como es el poder denunciar a esta gentuza en los tribunales, no somos capaces de reaccionar y ponernos en marcha para hacer posible la reapertura del Rosell al 100%.
Señoras y señores, o nos espabilamos nosotros y tomamos las riendas de esto a nivel popular o las soluciones no van a venir de la mano de los políticos ni de sus amigos subvencionados.
Si no nos ponemos en marcha denunciando en los juzgados. lo más probable será que los cartageneros con infartos y urgencias relacionadas con problemas hemodinámicos y con otras enfermedades graves, nos quedemos tiesos como la mojama antes de pasar el puerto de la cadena. Por nuestro pasotismo y por ser tan cómodos esperando que las soluciones a nuestros problemas vengan llovidas del cielo en forma de esa lluvia que parece hecha de oro pero que no es más que orina repugnante.
Rosell al 100% ya.
