jueves, marzo 28, 2024

Madoff y el clan Botín: Relato de la complicidad en la mayor estafa financiera de la historia (segunda entrega)

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Diversas demandas vinculan al Santander y a los Botín con el fraude

En nuestra anterior entrega sobre la participación cómplice del Santander, su gestora de fondos suiza Optimal Investment Services (Optimal) y M&B Capital Advisers (M&B), esta última constituida por Javier Botín y Guillermo (Willy) Morenés Mariátegui, esposo de Ana Patricia Botín; en el mayor fraude financiero de la historia, conocido como la estafa piramidal de Madoff, les ofrecimos algunos avances sobre la colaboración del Santander y el clan Botín con dicho fraude, destacando el papel principal que en todo ello desempeñó Manuel Echeverría Falla, consejero delegado de la gestora de fondos del Santander, con ramificaciones en las Bahamas e Irlanda, Optimal.

Echeverría no sólo tuvo participación en el fraude piramidal a través del Santander y Optimal, sino que intervino, directamente, también a través de M&B y otras entidades de Guillermo Morenés y Javier Botín y sus fondos Luxembourg Investment Fund US Equity Plus (LIF-USEP) y Landmark Investment Fund Ireland (Landmark), consiguiendo que estos pudieran participar en el goloso pastel del fraude, abriéndoles las puertas de la colocación de fondos en Bernard L Madoff Investment Securities LLC (BLMIS) gracias a su directa relación con Bernard L Madoff, no sin que Ana P. Botín y su marido Willy Morenés visitasen a Madoff en un par de ocasiones en sus oficinas de la planta 19 del Lipstick Building de Nueva York antes de su detención e intervención de su “empresa” BLMIS.

Ustedes se preguntarán cómo es posible que en cuartaedicion.com dispongamos de esta información que podría evidenciar que el Santander, Optimal, M&B, Manuel Echeverría, Emilio Botín, sus hijos Javier y Ana P. Botín y el esposo de ésta, Guillermo Morenés, podrían haber participado en un delito de estafa, por el que Madoff fue condenado a 150 años de prisión, y que en España ni los tribunales, ni la Fiscalía Anticorrupción, ni los supervisores (Banco de España, Banco Central Europeo, Comisión Nacional del Mercado de Valores, Secretaría General del Tesoro, etc.) hayan llevado a cabo ninguna investigación o abierto un sumario judicial que diese con todos ellos en la cárcel por haber podido engañar a sus clientes y aprovecharse de la estafa en beneficio propio como les contaremos que consta en la documentación que obra en nuestro poder.

Falta de investigación. Inexplicable

La falta de investigación de la estafa en España que afectaría al Banco Santander y a los Botín resulta más inexplicable cuando en 2001 se intervino la entidad Gescartera por una estafa piramidal de 88 millones de euros por la que Antonio Camacho fue condenado a 11 años de prisión por la Audiencia Nacional en marzo de 2008, pocos meses antes de la detención de Madoff en diciembre del mismo año. Tengan en cuenta que sólo el subfondo de M&B, Landmark, colocó entre octubre de 2007 y diciembre de 2008 más de 143 millones en la estafa de Madoff a través de M&B y que el Santander a través de Optimal colocó más de 3.200 millones de dólares en la mayor estafa financiera de la historia.

La pregunta es acertada porque la información de la que nosotros disponemos está al alcance de todas esas instituciones judiciales, de la fiscalía y de organismos supervisores, y al igual que nosotros hemos accedido a ella pueden hacerlo los organismos públicos que tienen la obligación de impedir que se produzcan fraudes bancarios y de investigarlos y sancionarlos en el caso de que acontezcan. Tal vez el problema sea que ninguna de esas instituciones judiciales y supervisoras están interesadas en destapar la ramificación en España del mayor fraude financiero de la historia que salpica directamente al Santander y al clan Botín y muy especialmente tanto a su actual presidenta Ana Botín y a su esposo Guillermo Morenés como a Javier Botín miembro del consejo de administración del banco santanderino.

El único que ha denunciado públicamente la participación del Santander y el clan Botín en el fraude piramidal de Madoff fue el abogado Eduardo Martín-Duarte Rosa, que en la junta de accionistas del Santander de abril de 2019 acusó y preguntó a Ana Patricia Botín por su participación en dicha estafa al haberse reunido con Madoff junto a su marido en dos ocasiones, haberle defendido en un comité ejecutivo conociendo varios informes que advertían del fraude y pese a todo haber seguido colocando fondos en BLMIS creando los fondos LIF-USEP y Landmark con ese exclusivo propósito.

Información disponible a todo el público

Toda la información de la que disponemos en cuartaedicion.com sobre la intervención del Santander y el clan Botín en la mega estafa de Madoff está disponible para cualquiera que quiera conocerla, ya que no es de acceso restringido sino de acceso público al alcance de cualquiera que esté interesado en ella.

Nuestras informaciones no provienen de chivatazos o filtraciones, como suele ocurrir en la mayoría de las informaciones periodísticas, sino de labor de investigación comprometida con la realidad de los hechos y la información a nuestros lectores. Todos los datos que facilitamos en nuestros artículos provienen directamente de actuaciones judiciales llevadas a cabo en tribunales de Estados Unidos -Nueva York y Florida- y en Suiza –Ginebra- contra el Santander, su gestora radicada en Suiza y las Bahamas –Optimal-, los subfondos LIF-USEP y Landmark de la “boutique” de inversión de Guillermo Morenés y Javier Botín –M&B Capital Advisers- y personalmente contra Javier Botín, Guillermo Morenés, Manuel Echeverría, Jonathan Clark, Brian Wilkinson o Anthony Inder Rieden.ç

Entre esos tribunales se encuentran el Tribunal Concursal de Estados Unidos para el Distrito Sur de Nueva York, el Tribunal del Distrito Sur de Nueva York, el Tribunal del Distrito Sur de Florida, la Corte de Apelación de Estados Unidos del segundo circuito, el Tribunal de Pólice de Genève o la Sala penal del Tribunal federal suizo; que han intervenido en las causas judiciales instadas en Estados Unidos por el liquidador de BLMIS, Irving Picard (caso 10-05311), o las de distintos afectados en demandas colectivas “class action” como los casos Rembaum o Serol Holding Corp. (casos 10-04095, 09-20215, 09-00996, etc.), o en Suiza como el caso Berlamont (AARP/236/2017 P/4010/2009).

En esas demandas se les acusa a todos ellos de haber creado fondos deliberadamente con la exclusiva finalidad de colocar el 100% de los activos de sus clientes en el fraude de BLMIS y de haberlo hecho con pleno conocimiento de la existencia de informes que ponían de manifiesto que las supuestas inversiones de Madoff eran una estafa piramidal.

Las distintas demandas mencionan varios informes elaborados por los empleados de Optimal Karine Paganini-Courvoisier, en septiembre de 2002, y Rajiv Jaitly, en 2006, así como a correos electrónicos de Hugh Burnaby Atkins de junio de 2004. Courvoisier era la jefa del departamento legal, Jaitly era el jefe de riesgos y Atkins era el responsable del departamento de “due diligence”. Además de esos informes de sus propios empleados avisando de los indicios de fraude, se produjeron adicionales advertencias por el banco suizo UBS que decidió el cierre del fondo LIF-USEP por la preocupación que le generaba la sobreexposición al fraude de Madoff derivado de que sus partícipes, entre ellos, M&B colocaban todos los activos, más de 900 millones de dólares, exclusivamente en BLMIS.

Pese a disponer de todos estos informes y memorándum poniendo de manifiesto las evidencias del fraude piramidal de la empresa de Madoff; Guillermo Morenés y Javier Botín constituyeron en agosto de 2005 el fondo LIF-USEP y, tras el cierre de éste por UBS en marzo de 2007, crearon el sub-fondo Landmark en octubre de 2007, en ambos casos con la ayuda de Manuel Echeverría y la única finalidad de colocar todos los activos en la estafa de BLMIS.

La creación de estos fondos requería el consentimiento de Madoff para la apertura de cuenta en BLMIS, para lo que los Botín confiaron en Echeverría que llevaba desde 1997 invirtiendo en la estafa piramidal a través de los fondos de la gestora del Santander en Suiza, Optimal, y tenía la confianza y amistad de Bernard Madoff. El gran interés de Echeverría en BLMIS se debía al hecho de que cobraba el 0,15% de los activos que gestionaba el fondo Optimal SUS que colocaba el 100% exclusivamente en el fraude piramidal.

Echeverría abandonaría la dirección de la gestora del Santander, Optimal, poco antes de que Madoff fuese detenido y su empresa intervenida en diciembre de 2008. En la actualidad, Echeverría presta sus servicios para la entidad de asesoramiento y gestión de patrimonios Octogone y en su perfil elude toda referencia a sus 20 años al frente del fondo Optimal, haciendo referencia sólo al Santander, lo que podría considerarse una clara evidencia de tratar de obviar su directa vinculación con la estafa urdida por Madoff.

De hecho Optimal fue la primera entidad que alcanzó un acuerdo con el administrador judicial y liquidador de BLMIS, Irving Picard, en mayo de 2009. Y lo hizo sin que siquiera fuera necesario demandarla, porque el Santander era consciente de que tenían mucho que ocultar después de haber colocado más de 3.200 millones de dólares en el mayor fraude financiero de la historia.

En el acuerdo la gestora del Santander se comprometió a pagar más de 235 millones de dólares, con la finalidad de que no se llevase a cabo una investigación más profunda que descubriese la actuación del banco cántabro y su gestora de fondos radicada en Suiza y con ramificaciones en las Bahamas.

Manga ancha al Santander en España

Como ustedes pueden haber deducido, ninguna entidad financiera como el Santander alcanza un acuerdo extrajudicial pagando más de 235 millones de dólares si no ha cometido ninguna irregularidad, ¿o conocen ustedes algún banco que pague sin haber cometido ninguna conducta dudosa?, es más, en muchos casos las entidades ni siquiera pagan habiéndolas cometido. Pero claro, la Justicia en Estados Unidos no es tan complaciente con el Santander como lo es en España, y de haberse llevado a cabo una investigación en los tribunales americanos hubiesen salido a la luz hechos que podrían tener efectos perniciosos para el Santander y el clan Botín.

Pero ese acuerdo alcanzado con el administrador judicial encargado de la liquidación de BLMIS, no impidió que distintos afectados demandasen y se querellasen, por su cuenta, contra el Santander, Optimal y Echeverría tanto en Estados Unidos (casos Rembaum, Serol Holding Corp., etc.) como en Suiza (caso Berlamont).

Entre esas demandas consta la interpuesta por el administrador judicial y liquidador de BLMIS contra M&B, JB Capital Markets, Javier Botín y Guillermo Morenés y sus fondos. En ellas se relata la creación por M&B de los fondos LIF-USEP y Landmark para invertir exclusivamente en BLMIS.

Se mencionan también los informes e indicios de fraude detectados por los empleados de Optimal, las dos reuniones de Ana Patricia Botín y su esposo Guillermo Morenés con Bernie Madoff en las oficinas de este en Nueva York y las inversiones personales realizadas por M&B de su propio dinero, es decir de sus propietarios Javier Botín y Guillermo Morenés o lo que es lo mismo el clan Botín, por al menos 27 millones de dólares que recuperaron en su integridad antes de que se produjese la detención de Madoff y la intervención de su empresa BLMIS. Unidos a la demanda se acompañan “extractos” de las cuentas abiertas en BLMIS de los fondos LIF-USEP (1FR123) y Landmark (1FR133) que giraban a través de UBS y el HSBC respectivamente.

En esa misma demanda se dice textualmente que M&B “guiados por su conocimiento del fraude de Madoff, se beneficiaron de los reembolsos de BLMIS” (Guided by their knowledge of Madoff´s fraud, they profited through it´s timely redemptions from BLMIS), lo que en “roman paladino” quiere decir que conociendo que era un fraude piramidal, Javier Botín y Guillermo Morenés, el marido de la actual presidenta del Banco Santander, invirtieron su dinero personal para sacar beneficios a costa del dinero de los clientes para los que también invertían en Madoff. De lo expuesto en la demanda del liquidador de Madoff, se podría concluir que si Javier Botín y Guillermo Morenés invertían su propio capital en BLMIS sabiendo que era una estafa piramidal, lo hacían con la seguridad de que sus beneficios iban a ser pagados con el dinero que M&B captaba de sus propios clientes para la estafa piramidal, por lo que se habrían podido aprovechar de ellos. Además, si existía algún problema los primeros que recuperaban su dinero íntegramente eran ellos como se manifiesta en la demanda. De eso se encargaría Rodrigo Echenique, que se reunión con Madoff el día de acción de gracias de noviembre de 2008, para, lo que algunos han calificado, como amenaza a Bernie Madoff de denunciarle a la SEC (el equivalente a nuestra CNMV) si no les reembolsaba el dinero al Santander.

Lo relatado en la demanda, por los abogados del despacho Baker & Hostetler en representación del administrador judicial y liquidador de BLMIS, es la evidencia de una conducta llevada a cabo por el clan Botín que podría ser considerada como contraria a la ética y a las más elementales normas de buen gobierno corporativo en general y sobre todo a la prohibición de realizar operaciones en conflicto de interés con sus clientes; conductas merecedoras de las correspondientes investigaciones judiciales y graves sanciones como el cese inmediato de Ana Patricia Botín y su hermano Javier en la presidencia y consejo de administración del Banco Santander y prohibición de desempeñar cualquier actividad dentro del sector.

cuartaedicion.com llegará hasta el final con más entregas de esta increíble y sorprendente información

Toda esta información se la ampliaremos y detallaremos en próximas entregas en las que les contaremos por ejemplo la incomparecencia de un testigo en un juicio en Suiza para favorecer al Santander, o el acuerdo de Landmark y el administrador judicial de BLMIS aprobado en noviembre del pasado año 2020 para evitar que una comisión rogatoria a Irlanda pudiera recabar información sobre las conexiones entre Javier Botín, Guillermo Morenés con entidades asociadas a Manuel Echeverría y M&B y sus vínculos con LIF-USEP. Sean pacientes porque hay cantidad de documentación que estudiar y la información que nosotros ofrecemos no la van a encontrar en ningún otro medio.

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